La oficina, desde su concepción original, había sido un espacio tradicional, con dos accesos y un aspecto antiguo y muy distribuido.
La propuesta partió de considerar que la nueva actividad a desarrollar precisaba de espacios diáfanos y zonas de espera, atención al cliente y de reunión, así como una zona de office.
Para ello se optó por distribuir el espacio con mamparas acristaladas para posibilitar la privacidad, pero a la vez permitir un espacio luminoso y abierto. Una de las particularidades del proyecto era la realización de una caja fuerte que quedara totalmente disimulada en el espacio de oficinas, para lo cual se optó por una puerta escamoteable colocada en un paramento cubierto con papel vinílico, de manera que se oculta totalmente. Tras esa primera puerta, se colocó una segunda con cerradura para habilitar ese espacio como caja fuerte, sin llamar la atención sobre la misma.
Asimismo, se decidió la colocación de un suelo elevado sobre plots para permitir una mayor permeabilidad y movilidad en caso de necesitar instalar nuevos puestos de trabajo o mover los ya existentes.